El tratamiento de Juan Pedro se
ha basado en tres pilares: el ejercicio físico,
la nutrición y un minucioso tratamiento antibiótico. Es fundamental que los
pulmones estén limpios. Lo más limpios que puedan estar. Que las secreciones se
estanquen o que se alojen bacterias es el inicio de un camino del que no hay
regreso. Donde hay mocos se alojan más bacterias, producen más mocos, ingresan
otras bacterias y así es una gran bola de nieve involutiva. O mejor dicho, una
evolución constante hacia un deterioro progresivo. Desde que Juan nació, se
hace nebulizaciones todos los días. Con solución de cloruro de sodio
hipertónica y con mucolítico, para fluidificar las secreciones. Durante muchos
años tenía kinesiología respiratoria todos los días para que esas secreciones
se movieran. A medida que fue creciendo y fortaleciendo su musculatura , esto
fue menos necesario salvo algún resfrío u obstrucción muy esporádicos. Se
mantiene diariamente con un chaleco vibratorio mientras juega a la play o con
el ipad. Aparte, por supuesto que siempre hizo deporte. Natación, karate ,
fútbol y ahora rugby, además de correr. Se le hacen cultivos de secreciones
cada tres meses . Así vemos si tiene alguna bacteria o no. Desde que nació
hasta hace dos o tres años, cada vez que estaba el resultado del cultivo se le
daba el o los antibióticos necesarios que indicara el antibiograma. Luego se
repetía el estudio y veíamos si se había ido o no. Esto es básico y fundamental
para mantener sus pulmones limpios. En fibrosis quística es así. Gracias a eso
es que está hoy en el excelente estado en que se encuentra. Yo tengo una teoría
particular y es que si funciona bien de una manera, ¿ para qué vamos a
arriesgar y cambiar sin necesidad?
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