viernes, 12 de agosto de 2016

TRATAMIENTO EN LA ACTUALIDAD



Desde hace dos o tres años más o menos , se ha cambiado un poco el tratamiento de Juan respecto a esto. Sus médicos lo veían tan bien que la teoría empezó a ser “ si no tiene tos, fiebre ni mocos, no le damos antibióticos”. Desde entonces yo no estoy tranquila ni convencida. Lo he hablado en cada consulta con el pediatra y con el neumonólogo. Les he expresado mi inquietud, mi intranquilidad y mi desacuerdo respecto a esto. Claro que yo no soy médico, solo mamá. Entonces traté de delegar esto en los que saben y confiar en sus decisiones. Hice un esfuerzo pero nunca dejó de inquietarme. Que quedara con un estafilococo tranquilo, alojado en sus pulmones, sin antibióticos... Yo lo sentía como una bomba de tiempo. Si la idea es darle antibióticos solo cuando tiene fiebre , entonces ¿para qué le hacemos cultivos de rutina? Lo he hablado en su momento con su nutricionista y con la bacterióloga, ambas lo conocen desde que nació y su historia. Las dos estuvieron de acuerdo conmigo. Eso me tranquiliza un poco, porque suelo preguntarme si no serán exageraciones mías como mamá. La respuesta es no. No son exageraciones. Puede estar asintomático y cuando empieza con fiebre, tos o mocos, es la punta de un iceberg y ya no hay vuelta atrás.

 Juan pasó de estar limpio al estafilococo constante. Luego hongos, que nunca había tenido y que tampoco fueron controlados. Seguimos avanzando dos, tres cultivos hasta que le apareció pseudomona aeruginosa. La que no tenía que tener. La que no tenía desde bebé. La que no aparece en unos pulmones limpios. Aparece cuando hay otras cosas dando vuelta. ¿Cómo se arregla esto ahora? ¿Alguien va a decir que se confiaron en que estaba super bien? En que uno se descansó en el otro  y el otro en el otro …y Juan tiene pseudomona. Qué ingenuidad la mía. Nadie lo reconoce ni lo va a hacer. Y no porque quiera que me digan que al final yo tenía razón. Porque quiero y necesito que se hagan las cosas distintas. Juan lo necesita. Porque eso implicaría un cambio, una toma de conciencia necesaria. Pero no. Juan tenía dos cultivos de laboratorios distintos, con resultados distintos. Los mejores en esto. Yo insistí todo el verano en que la muestra de uno de ellos estaba mal tomada. Obviamente como estamos hablando de idoneidad en el tema, no me tomaron en cuenta al respecto. Propuse hacerle un tercer cultivo en el laboratorio de Laura Galanternik. La mejor bacterióloga especialista en FQ en Latinoamérica. No solo el pediatra me dijo que no era necesario, que esperara a que el infectólogo pensara que quería hacer (siempre hablando de estafilococo y hongos) sino que no me hizo la receta. Por supuesto que al otro día se lo hice igual en forma particular. Y ahí nos enteramos que además tenía pseudomona. Si yo no tomo esa decisión a pesar de su equipo médico, no sé como hubiera seguido todo. No tenía tos, ni fiebre ni mocos. Tenía pseudomona. Una cepa no mucosa. Pero que sí le empezó a afectar el metabolismo, el páncreas y a alterar los valores de azúcar en sangre.

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